lunes, 5 de octubre de 2009

Obama ordena a las agencias federales reducir sus emisiones contaminantes

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha emplazado este lunes a las agencias federales, que dependen directamente del Gobierno, a que establezcan antes de los próximos 90 días un objetivo claro de reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero a cumplir antes de 2020. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha emplazado este lunes a las agencias federales, que dependen directamente del Gobierno, a que establezcan antes de los próximos 90 días un objetivo claro de reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero a cumplir antes de 2020.
La Casa Blanca ha dicho que este compromiso público sirve para "liderar con el ejemplo" la lucha contra el cambio climático, una de las prioridades fijadas por la Administración Obama en esta legislatura.
En un comunicado, Obama ha dicho que "el Gobierno federal puede y debe liderar con el ejemplo a la hora de crear alternativas innovadoras para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, incrementar la eficiencia energética, ahorrar agua y hacer uso de productos y tecnologías responsables medioambientalmente."
Obama también ha recordado que el Gobierno es el principal consumidor de energía en la economía estadounidenses, por lo que ha firmado una orden ejecutiva que obliga a las agencias federales a reducir el consumo de petróleo en sus flotas.

domingo, 4 de octubre de 2009

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PROFECIAS

PROFECÍAS

El mundo parece haber entrado en un túnel sin salida. Nos dirigimos con los ojos tapados hacia una dirección que desconocemos y nos preguntamos de vez en cuando si nuestra marcha sin tregua llegará a buen puerto. A lo largo de la historia, innumerables profecías nos han ido anunciando muchos de los acontecimientos que hemos ido viviendo. Unos se han ido cumpliendo; otros, han sido simples especulaciones, pero nos van indicando que hay algo en la forma de trazar nuestra propia historia que hace que se nos escapen detalles que tienen gran importancia.
En el último milenio, una gran civilización de científicos, artistas y guerreros, y más de 12 millones de fuertes personas, abandonaron precipitadamente su mundo. Eran los Mayas, gente con una gran visión, cuyas ciudades y templos se encuentran a lo largo de la Península de Yucatán, pero tragados por la tierra. Sus grandes centros cívicos, templos de adoración, casas y asentamientos, se encuentran enterrados junto a grandes obras de arte, cerámicas y arados. Uno de los mayores logros, que coronó su avanzada civilización, es el calendario Maya. Aún hoy este calendario es un rompecabezas para los eruditos modernos, pero puede también servirnos como una advertencia con respecto a la destrucción de nuestra propia civilización.
Según sostienen los especialistas, el calendario Maya es una de las maravillas del mundo. Es tan exacto en términos de capacidad de contabilidad, que incluso pone en ridículo nuestro propio calendario. Para los Mayas, el tiempo era cíclico. Así, uno siempre vuelve y completa su ciclo. Ellos tenían un importante ciclo que comenzó en 3113 A.C., y que va a terminar el 12 de diciembre de 2012. En su tiempo, creyeron que para ese momento habría un repentino revés en el campo magnético de la tierra. Los Mayas temían al sol, por lo que lo alimentaban con sacrificios humanos, para que no dejara de enviar su fuerza de vida, ya que esto terminaría con el ciclo del hombre.
Muchos antiguos documentos mayas fueron destruidos en los años de la ocupación española. Los españoles estaban fascinados y a la vez horrorizados de todo lo que habían encontraron en este "nuevo mundo". Miraban a la religión Maya, con el sacrificio humano incluido, como algo bárbaro y satánico. Por eso, buscaron destruir todo sin dejar un solo rastro. Así, bibliotecas enteras de importantes y llamativos libros fueron quemadas, y los Mayas que no morían de enfermedad, hambre, o explotación laboral, eran convertidos al catolicismo.
Pero afortunadamente, no todos los españoles tuvieron esa actitud frente a los Mayas. Algunos de ellos, como Bernadino Sahagun, se hicieron amigos de los nativos y procuraron registrar para la posteridad todas sus creencias, ideas, y tradiciones. Además, algunos libros y reliquias preciadas de los Mayas sobrevivieron a la destrucción, siendo ocultadas por los mismos Mayas o exportadas a Europa como presentes para la Corona Española. El más importante de éstos era un libro llamado el Dresden Codex, denominado así después de ser encontrado en una biblioteca semi destruida. Este extraño libro, lleno de jeroglíficos, fue escrito por Mayas indios.
En 1880, un brillante erudito alemán leyó el Dresden Codex y desentraño el código del calendario Maya, permitiendo traducir muchas de las antiguas inscripciones que fueron encontradas grabadas en fuertes, casas, y artefactos Mayas. Este antiguo libro Maya fue utilizado por la astronomía moderna, proporcionando detalladas tablas de eclipses lunares y de otros fenómenos.
En 1986, Maurice Cotterell llevó adelante una revolucionaria teoría referente a los ciclos de la astrología y del sol. Esto se debía a que durante varios años sospechó que el campo magnético del sol tenía consecuencia para la vida en la tierra. Y al estudiar Dresden Codex, descubrió que el calendario Maya no era nada arbitrario, sino basado en el conocimiento del sistema solar. Esto explicó la obsesión Maya por concentrarse en los largos ciclos del tiempo y su creencia en la subida y caída de las cuatro edades anteriores del hombre.
Al mirar el calendario, se puede observar que los Mayas podrían no solo ver en qué día o año estaban, sino también todo lo referente al período de 20 años en el cual se encontraban, y el que debía venir. Así, se podía haber previsto el mismo final de la civilización Maya, ya que en cierta forma se podría ver al derrumbamiento Maya como un simple proceso del paso del tiempo. En otras palabras, ellos previeron que el proceso de destrucción iba a ser un importante problema al que no podrían sobrevivir, y fue también por ello que no esforzaron demasiado en hacerlo.
Aunque la fecha del año 2012 está grabada fuertemente en la antigua piedra, la mayoría de los eruditos modernos sugieren que los Mayas nos legaron una advertencia y no una profecía. No es demasiado tarde para cambiar el curso de la historia, pero el tiempo está corriendo, y se hace inminente que, individualmente y como humanidad, encontremos el camino de la paz y el amor mutuo.
NOSTRADAMUS
Su verdadero nombre es Michel de Nótre-Dame, fue un médico y astrólogo provenzal de origen judío, considerado uno de los más renombrados autor de profecías y eventos futuros. Para muchos que son sus seguidores, ha sido y es quien ha predicho muchos de los acontecimientos que han acaecido a lo largo de la historia. Sin embargo, para otros, la interpretación de dichos textos es el resultado de traducciones e interpretaciones tendenciosas. Para Nostradamos, el catastrófico final del mundo será hacia el año 3797.
El estilo literario de sus supuestas profecías, escritas en forma poética y cargadas de metáforas y omisiones de palabras que las hacían extremadamente crípticas, hacen que sean interpretadas de una forma u otra, según el autor.
Los escépticos sostienen que su reputación como profeta ha sido construida por intérpretes de nuestros tiempos, que hacen calzar sus palabras con eventos que ya se han verificado o que son tan cercanos que pueden ser considerados como inevitables, un proceso conocido como "precognición retroactiva". Hay quienes sostienen que ninguna cuarteta de Nostradamus ha sido interpretada antes de que un determinado acontecimiento previsto por ésta se haya cumplido, o son de significado muy genérico (por ejemplo: habrá un incendio en occidente, comenzará una guerra espantosa en oriente).
Algunos estudiosos creen que Nostradamus escribía no como profeta, sino para comentar eventos que pertenecían a sus tiempos, escribiendo en su modo elusivo - usando una lengua críptica y metafórica - para evitar persecuciones. Esto sería parecido a la interpretación preterística del Apocalipsis de San Juan; tal vez quería simplemente escribir a propósito de eventos contemporáneos, pero con el pasar del tiempo sus escrituras fueron interpretadas como profecías.
La mayor parte de las cuartetas tratan sobre desastres de varios tipos, que incluyen epidemias, terremotos, guerras, inundaciones, asesinatos, aridez de la tierra, batallas y otros temas parecidos.
Algunas profecías son genéricas, sin precisar lugares y fechas; otras parecen tratarse de un personaje o de un pequeño grupo de personas. Algunas se refieren a un solo pueblo o ciudad, otras enumeran poblaciones en naciones diferentes.

jueves, 1 de octubre de 2009

España la ultima como siempre


Cuando una historia consigue atravesar el rocoso muro de la economía e instalarse en la cultura popular es capaz de explicar extraordinarios ciclos de bonanza, incomprensibles burbujas y, sobre todo, los posteriores -y fenomenales- pinchazos. España confirma esa pulsión de la economía por contar historias: el largo final de una época negra, del franquismo, dejó hondas secuelas en la crisis industrial de los años ochenta; la cultura del pelotazo y la fama de los tiburones financieros cuenta mucho del batacazo de los años noventa. Y el extraordinario y prolongado éxito de los últimos 15 años se basaba en la creencia -o la fe- de que esta vez era diferente, de que el sensacional atractivo de España apuntalaba una época dorada en la que los precios de la vivienda no podían bajar. Más dura será la caída: el Fondo Monetario Internacional (FMI) coloca un sonoro punto final a ese relato y confirma los peores augurios: pronostica que España será la única de las 15 mayores economías del mundo que seguirá en recesión el año próximo.