sábado, 1 de octubre de 2011

LOS VALORES


LOS VALORES

Se entiende por valor moral todo aquello que lleve al hombre a defender y crecer en su dignidad de persona. El valor moral conduce al bien moral. Recordemos que bien es aquello que mejora, perfecciona, completa.
El valor moral perfecciona al hombre en cuanto a ser hombre, en su voluntad, en su libertad, en su razón. Se puede tener buena o mala salud, más o menos cultura, por ejemplo, pero esto no afecta directamente al ser hombre. Sin embargo vivir en la mentira, el hacer uso de la violencia o el cometer un fraude, degradan a la persona, empeoran al ser humano, lo deshumanizan. Por el contrario las acciones buenas, vivir la verdad, actuar con honestidad, el buscar la justicia, le perfeccionan.
El valor moral te lleva a construirte como hombre, a hacerte más humano.
Depende exclusivamente de la elección libre, el sujeto decide alcanzar dichos valores y esto sólo será posible basándose en esfuerzo y perseverancia. El hombre actúa como sujeto activo y no pasivo ante los valores morales, ya que se obtienen basándose en mérito.
Estos valores perfeccionan al hombre de tal manera que lo hacen más humano, por ejemplo, la justicia hace al hombre más noble, de mayor calidad como persona.
En pleno siglo XXI, el siglo de las tecnologías, donde el hombre parece conocer mejor su entorno y a si mismo, con respecto a siglos anteriores, parece haberse perdido precisamente el sentido de esos valores, aunque reconozcamos que son importantes. Tales virtudes, como la tolerancia, comprensión, capacidad de trabajo, esfuerzo, honestidad, puntualidad y etc… parecen haber perdido protagonismo para centrarnos en nosotros mismos, enfatizando en nuestro egocentrismo, sin pensar en que quizás, con algunas de nuestras actuaciones podemos herir a otros. Nos centramos en el dinero como único sentido a nuestra vida, olvidándonos de que la felicidad real no se alcanza precisamente en tal ídolo.
Para que las generaciones venideras puedan ser personas educadas en valores, debemos dar ejemplo. ¿Qué aprenderá un niño o joven si lo único que ve en los demás, es el amor al dinero, a la hipocresía, a la falta de esfuerzo?.
Debemos priorizar esas creencia y valores que tenemos y analizar qué es lo que realmente nos hace sentir bien y cómo nos lo hace sentir. De nada sirve algo que nos hace sentir bien durante unos minutos u horas, si después nos damos cuenta que nuestra vida continúa vacía y exigiéndonos cada vez más algo nuevo.
Quizás por esta razón tenemos la tendencia a relacionarlos según reglas y normas de comportamiento, pero en realidad son decisiones. Es decir, decidimos actuar de una manera y no de otra con base en lo que es importante para nosotros como valor. Decidimos creer en eso y estimarlo de manera especial.