EL
COSTE DE PONERSE MORENO
Con la
llegada del verano y el buen tiempo a muchas personas les entra la prisa por
lucir un cuerpo bronceado, sin ser conscientes de los graves problemas que
entraña tomar el sol indiscriminadamente. Los problemas no son solo estéticos
como la posterior aparición de manchas y arrugas, sino de salud, con el
potencial riesgo de aparición de un cáncer de piel, tan mortal y peligroso como
el cáncer de otros órganos del cuerpo.
La frecuente
insistencia de los medios de comunicación, exhibiendo bellos cuerpos de modelos
bronceadas, convenciendo de que la belleza de una piel morena es inmensurable.
Los estereotipos y cánones de belleza marcados e “inventados” por unos cuantos
que lo que quieren es hacer negocio con los productos y cremas, hacen que la
mayoría de la gente, sobre todo féminas, pasen largas horas al sol, frente al
mar, o bien, sobre la hierba de las piscinas, soportando altas temperaturas,
agotando el líquido corporal e incluso acelerando el proceso mediante cabinas
bronceadoras.
Todo esto ha
hecho proliferar uno de los mayores males que están acechando hoy sobre la
sociedad y es el cáncer de piel, enfermedad que está siendo incluso más mortal
y extendida que el cáncer producido por el tabaco.
¿Qué es?
El cáncer de
piel no melanoma es el tipo más común de cáncer de piel. Se le llama no
melanoma, porque este grupo de tumores cancerosos comprende todos los tipos de
cáncer de la piel, excepto uno: el melanoma maligno, que es el cáncer que se
desarrolla a partir de los melanocitos. Se desarrolla a partir de un lunar ya
existente y que se modifica o espontáneamente en la piel sana, por lo que las
personas con lunares y sobre todo de
piel muy clara, tienen mayor riesgo. Cada año se desarrollan en Europa
aproximadamente un millón de casos nuevos de cáncer de piel y en los últimos
años el número de melanomas ha aumentado considerablemente y cada vez en
pacientes más jóvenes
Su diagnóstico
temprano facilita su curación, pero en una fase más avanzada se extiende al
resto de los órganos del cuerpo por metástasis disminuyendo
considerablemente las posibilidades de curación.
Existen
personas con mayor riesgo de padecer un cáncer de piel, aunque éste se puede
dar incluso en personas de raza negra o muy morenas de piel, por lo que siempre
hay que extremar las precauciones antes de exponerse al sol. Las personas
más susceptibles de desarrollar un melanoma son aquellas que tienen:
- antecedentes familiares de cáncer de piel
- piel clara, ojos claros y que se broncean poco
- lunares que cambian de aspecto
- número elevado de lunares (superior a 40)
- antecedentes de quemaduras solares en la infancia y adolescencia ya que el sol tiene un efecto acumulativo
- personas que trabajan o realizan actividades al aire libre.
Se ha comprobado también que incluso aquellas personas
que se broncean con facilidad, al ponerse morenas tan rápidamente, también
aumentan su riesgo, ya que la piel perdió sus defensas y adquiere rápidamente
ese tono “deseado”. Es como el alcohólico, que con una cerveza ya está
borracho.
Contrariamente a la consideración de que el estar
bronceado incrementa la belleza, está la comparación entre la piel de alguien
no bronceado. Se comprueba que el exceso de sol acelera en envejecimiento.
A pesar de los consejos dados, de lo dicho, de lo
expuesto, de lo recordado cientos y cientos de veces…, la gente seguirá tumbada
al sol largas horas, lo hará al mediodía y le importará poco lo expuesto,
pensarán: “A mi no me va a pasar”. Tampoco se trata de obsesionarse e ir
buscando la sombra en cada momento que salgamos de casa, ya que unas dosis de
sol diarias, también alimentan nuestros huesos, pero todo en su debida
prudencia.
Causas
- La exposición excesiva a la radiación ultravioleta (UV), cuya principal fuente es la luz solar. El grado de exposición a esta radiación depende de la intensidad de la luz, del tiempo de exposición, y de si la piel ha estado protegida. Las personas que viven en áreas donde están expuestas todo el año a una luz solar intensa tienen mayor riesgo. Estar largo tiempo a la intemperie por motivos de trabajo o diversión sin protegerse con ropas adecuadas y protección solar aumenta el riesgo.
- Las lámparas y cabinas bronceadoras son otras fuentes de radiación ultravioleta que pueden causar un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de la piel no melanoma.
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Síntomas de Cáncer de piel
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Como parte
de un examen de rutina relacionado con el cáncer, el médico examinará
minuciosamente la piel del paciente. Pero es igualmente importante que el
paciente se revise a sí mismo la piel, preferiblemente una vez al mes. Para
ello, deberá conocer el aspecto de los lunares, las imperfecciones, las pecas y
otras marcas que tenga en la piel para poder detectar cualquier cambio.
·
Se recomienda
hacerse el autoexamen frente a un espejo de cuerpo entero. Para las áreas
difíciles de ver puede usarse un espejo de mano. Deben examinarse todas las
áreas, incluyendo las palmas de las manos y las plantas de los pies, la región
lumbar y la parte posterior de las piernas.
·
El cáncer de
la piel no melanoma puede tener el aspecto de diversas marcas en la piel. Las
señales de aviso principales son la aparición de una nueva masa, una mancha o
protuberancia que esté creciendo (en el transcurso de unos meses, o de 1 a 2
años), o bien una úlcera que no sane en un plazo de 3 meses.
Prevención
La forma más
importante de reducir el riesgo de desarrollar un cáncer de la piel no melanoma
es evitar exponerse sin protección a los rayos solares y a otras fuentes de luz
ultravioleta. La manera más sencilla de evitar la exposición excesiva a la luz
ultravioleta es mantenerse alejado del sol y a la sombra siempre que sea
posible.
Esto resulta
particularmente importante al mediodía, cuando la luz ultravioleta es más
intensa.
- Protegerse con ropa , incluyendo una camisa y un sombrero de ala ancha. Por lo general, las telas de tejido apretado ofrecen la mejor protección contra el sol. Unas gafas de sol que ofrezcan una buena cobertura, con un porcentaje de absorción de rayos ultravioleta de un 99% a un 100%, protegen de forma óptima los ojos y el área de piel alrededor de los mismos.
- Las cremas de protección
solar con un factor de protección de factor 15 o más deberán usarse
en áreas de la piel expuestas al sol, particularmente cuando la luz solar
es intensa. Las personas de piel clara y las que se queman con facilidad
deben aplicarse la loción antisolar.
Al aplicarse la loción, se deben seguir siempre las instrucciones. Para que ésta sea eficaz, debe aplicarse antes de exponerse al sol, y usarse en todas las áreas de piel expuestas a la luz solar. Muchas lociones antisolares pierden eficacia cuando la persona suda o nada, y deben volverse a aplicar para que ofrezcan el máximo de protección. Se debe usar loción aunque el día esté brumoso o el cielo esté cubierto de nubes ligeras o poco compactas, ya que la luz ultravioleta puede atravesarlas.
No se deben
usar cabinas bronceadoras . La
exposición excesiva a la luz ultravioleta puede aumentar el riesgo de
desarrollar cáncer de la piel.
A pesar de
todo lo expuesto aquí, de todo lo dicho, de los riesgos y de los consejos dados y explicados cada año, por
cientos de veces, la gente seguirá tumbada largas horas al sol, muchos lo harán
al mediodía y seguirán queriendo estar más morenos o morenas que la vecina de
al lado. Lo que no saben es que si comparamos una piel excesivamente bronceada
con otra que no lo está, se puede percibir notoriamente una aceleración en el
proceso de envejecimiento de la piel expuesta al sol. Por lo que la supuesta
belleza ganada, conlleva una no tan belleza.
Esto no
significa que rehuyamos del sol en cada momento, unos rayos de él en dosis
razonables, alimentan nuestros huesos. Pero probablemente, si dentro de unos
años, la modelo de moda, empieza a lucirse blanca, con su natural piel y el
marketing cambia su rumbo, seguramente nadie abusaría de ese bien tan preciado
y tan maligno.