martes, 5 de febrero de 2013

Entre chorizos

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha citado al extesorero del PP Luis Bárcenas como imputado el próximo 25 de febrero para que explique las cuentas de Suiza en las que, según las autoridades helvéticas, llegó a tener 22 millones de euros. Una cantidad que podría ser mucho mayor ya que Ruz, en un auto hecho público hoy, desvela que Suiza ha informado de que el extesorero tenía una segunda cuenta en Suiza. Ésta última se ha descubierto cuando Bárcenas, a través de una nueva sociedad radicada en Panamá, llamada Granda Global, intentó regularizar en julio y diciembre de manera ilegal el dinero de la sociedad Tesedul, la firma que usó Bárcenas durante años para evadir capitales. Ruz, que imputa al exsenador un delito fiscal y otro de blanqueo, ha pedido también un informe urgente sobre las cuentas en las que Bárcenas fue apoderado o tuvo firma, entre ellas la cuenta del PP que no figuraba en la Agencia Tributaria en la que el exsenador y el extesorero popular Álvaro Puerta gestionaron 17 millones de euros en 2007. El magistrado, por último, también se dirige al Banco de España para conocer todos los detalles del intento de Luis Bárcenas de acogerse a la amnistía fiscal, a pesar de estar imputado. El magistrado también interrogará como imputado al exmarido de Ana Mato, Jesús Sepúlveda, el 13 de febrero. Ruz llama a declarar al ex alcalde de Pozuelo después de que la Policía Judicial le acusara de beneficiarse, junto a la ministra de Sanidad, de más de 50.000 euros en viajes gratis total, amén de fiestas y regalos de objetos de lujo. De forma paralela, la Fiscalía Anticorrupción también ha puesto en marcha una macroinvestigación para revisar una veintena de años de cuentas del Partido Popular, a la búsqueda de rastro de los llamados ‘papeles de Bárcenas’. Anticorrupción interrogará mañana al propio Bárcenas y a Jorge Trías, exabogado del extesorero y exdiputado, quien aseguró haber visto movimientos de dinero B en el PP nacional. Los fiscales buscan el rastro del dinero de Bárcenas también en las donaciones anónimas.

domingo, 3 de febrero de 2013


EL AMOR

El amor es un sentimiento de la conciencia que está en nosotros mismos, en nuestro interior, en nuestro corazón. Amar de forma consciente es una de las cosas más maravillosas que le pueden suceder a un ser humano. Cuanto más profundo sea ese nivel de conciencia, más profunda y  gratificante será la vida.
La vida es una expansión de nuestra conciencia y el amor es lo que nos da la alegría de vivir, algo que no lo suple ningún bien material. Aunque un bien material nos pueda proporcionar alegría, es algo efímero y temporal, el amor es prolongado.
Cuando alguien no se siente amado, se siente vacío. La vida no tiene sentido. Es como la oscuridad de su existencia.
Quien posea este tesoro tan preciado, lo tiene todo. Posee el secreto para la felicidad. Uno de los aspectos del amor, es el perdón. Cuando hablamos de amor, no necesariamente puede ser de un amor en pareja, sino del amor en general. Todos tenemos lazos afectivos con las personas que nos rodean: amigos, vecinos, compañeros de trabajo, familiares…El perdón nos libera del rencor, uno de los venenos de nuestro interior.
Lo primero es intentar amarnos a nosotros mismos, aceptarnos como somos e intentar mejorar las cuestiones o cualidades que pueden mejorarse. No somos perfectos, pero debemos armonizarnos para lograr el equilibrio interno. Cuando nos amamos a nosotros mismos, aparecen los milagros en nuestras vidas.

Es un hecho indudable que la humanidad está gobernada por la hipocresía disfrazada tras una sonrisa muy bien cuidada. Se promueven las guerras, el hambre, las enfermedades, el odio fraternal, la división sexista, la corrupción, las drogas, las religiones, así como todo tipo de venenos en los alimentos, los medicamentos, el aire y el agua.

El amor no es mera unión vital, simpatía, filantropía, cariño o afecto, aunque pueda tener alguna relación con éstos. El amor es en esencia una unión con el amado despojada de toda sombra de egocentrismo. Pues sólo superando el ego podemos ingresar al ámbito del amor. Esto significa contemplar lo amado como un ser distinto de nosotros, como un ser autónomo y diferente. La experiencia del amor es la de la fusión de un yo y un tú distintos. El amor es la fuerza orientadora que conduce al otro al cumplimiento de su vocación.
El verdadero amor dota a los hombres y a las mujeres de un poder que puede elevarlos hasta las más altas cimas y hacia inimaginables hazañas de sacrificio por el ser amado. Y tales hazañas de sacrificio no son producto de una compulsión, sino un gozoso acto de ofrenda. Y sin este fuego del sacrificio ningún amor humano puede alcanzar su verdadera pureza original. Porque el amor no es un mero intercambio de emociones y sentimientos, sino una ofrenda absoluta de lo que somos o de lo que podemos ser, es decir, la entrega de todos nuestros actos volitivos, pensamientos, de todos nuestros impulsos y sentimientos.
El verdadero amor por una persona no es el mero movimiento hacia sus cualidades positivas, hacia su bondad, hacia su inteligencia o hacia su belleza. Incluso podríamos admirar a una persona con dichas cualidades pero sin amarla.
Por tanto, ¿quién no se va a prestar a tan maravillosa experiencia?