CÓMO INFLUYE LA LUNA EN
NOSOTROS
El ser humano y la naturaleza tienen unos ritmos naturales que
van imponiendo su propio orden, su propia evolución. No sólo el reloj y el
calendario marcan nuestro tiempo, también existe un reloj biológico que marca
nuestro devenir en la vida. La obsesión por el horario en un mundo frenético
nos hace ignorar los relojes biológicos que se encargan de sincronizarnos con
el cosmos.
En Astrología son los distintos planetas los que marcan esa
evolución temporal que nos atañe como seres pertenecientes al cosmos y esa
evolución comienza desde los planetas más cercanos a los más lejanos. La Luna representa la infancia;
Venus, la adolescencia; Mercurio, la juventud; el Sol, Marte y Júpiter, las
consecutivas etapas de la madurez, y Saturno, la vejez.
La Luna,
que impera con su influjo en nuestra infancia representa la nutrición y
alimentación, no sólo en el sentido físico sino también emocional. Es la etapa
en la cual la alimentación será primordial para nuestro desarrollo posterior,
así como la satisfacción de la necesidad de afecto que necesita un niño para su
posterior crecimiento. Es una de las etapas más delicadas en la vida de una
persona, pues los problemas que surgen en su entorno más cercano pueden afectar
de forma inconsciente su futuro. Los impactos psicológicos recibidos durante
estos primeros años se pueden transformar en traumas o complejos que marcarán
su propio equilibrio y bienestar.
La Luna será nuestra carta astral, nos hablará de esas reacciones inconscientes, miedos, temores, o por el contrario, de sensaciones placenteras que, sin un sentido aparente, nos provocan determinadas emociones directamente relacionadas con la infancia.
La Luna, como más cercana a la Tierra ejerce una poderosa influencia sobre la naturaleza y nuestra psique, y conviene tener presente los distintos estados de la Luna en el cielo para adaptarnos a sus posibilidades y obtener de su influjo los mayores beneficios.
La Luna será nuestra carta astral, nos hablará de esas reacciones inconscientes, miedos, temores, o por el contrario, de sensaciones placenteras que, sin un sentido aparente, nos provocan determinadas emociones directamente relacionadas con la infancia.
La Luna, como más cercana a la Tierra ejerce una poderosa influencia sobre la naturaleza y nuestra psique, y conviene tener presente los distintos estados de la Luna en el cielo para adaptarnos a sus posibilidades y obtener de su influjo los mayores beneficios.
El
carácter cíclico,
enigmático y variable de la Luna asociado a la esencia femenina
ha fascinado a los hombres desde siempre. Mientras que el Sol está asociado a la Masculinidad, La Luna es un símbolo de la mujer,
responsable en muchos casos de los embarazos,
asociando el flujo
femenino con los periodos
lunares, conocido en países como Francia o Alemania como la “Momento lunar o la Luna”.
Nuestros
remotos antepasados identificaban a la Tierra con la Luna y otros
pensaban que la Luna
era un reflejo en la
bóveda celeste de la Tierra. Su pálido y enigmático reflejo ha
hechizado a pensadores, poetas y enamorados. La noche de bodas y periodo
posterior se conoce en muchas culturas como “luna de miel”, quizás en recuerdo de la
costumbre que había en Babilonia
de dar al novio durante un mes(una luna) cerveza
con miel, o dejar una vasija con miel a la puerta de la alcoba
durante la noche de bodas como hacían los Romanos.
Los
estados anímicos,
hormonales y los estados de excitación están bajo el influjo de
la Luna. El
poder magnético de la
luna, al igual que las mareas, afecta a nuestro Organismo que
está compuesto de líquido en un 70%.
Acentuándose en los Plenilunios
y Novilunios en los que coincide la atracción del sol y la
luna. Hasta tal punto es así que el insomnio o la locura están asociados a la Luna llena, llamándose
vulgarmente “Lunático”
a una persona loca. Muchos mitos, como los Licántropos con sus aullidos en las
noches de luna llena y los Vampiros, ha tenido en ella, una vinculación
especial.
Esta
alteración
en nuestros estados
emocionales tiene su explicación científica en los iones positivos, con
que se carga la atmósfera, cuando la luna esta cerca de la Tierra, (Luna Llena). Esta
mayor carga positiva provoca alteraciones en los sistemas respiratorios,
nerviosos y hormonales de nuestro organismo provocando irritabilidad, letargo
insomnio depresión, dolores de cabeza y una mayor propensión a los cólicos
hepáticos y nefríticos. También se dice que la Luna
Llena acelera
el parto.
Los
científicos
tratan de descifrar la aparente
relación, dando su coincidencia, entre los eclipses lunares y los terremotos
que suceden, sin que aún hayan averigüado su verdadera conexión.
Lo que si es
evidente es la influencia
de la Luna en la Agricultura y la Ganadería. Los
Agricultores de todo el mundo han seguido desde siempre calendarios lunares, procediendo
a la siembra, poda, trasplantes y recolección siguiendo las distintas
fases de la luna (Luna nueva, cuarto creciente, luna llena y
cuarto menguante). Así todas las
plantas que crecen en altura y dan frutos deben ser sembradas, cuando
la luna crece
es decir, en cuarto
creciente (tomates, pimientos, guisantes, habas, berenjenas),
en cambio por el contrario las plantas que crecen bajo tierra o a ras de suelo
es en cuarto menguante(
lechuga, patatas, ajos, cebollas, rábanos, zanahorias, remolacha).
Por su
efecto sobre la savia,
Los injertos
mejor hacerlos en torno a la
Luna Llena
y las podas
en Torno a Luna Nueva.
La madera
para la construcción se debe cortar en Luna
Nueva o Menguante, dado que no tendrá tanta agua que evitando
que al secarse se agriete.
Para cubrir un animal
(vaca, yegua, oveja..) hay que hacerlo en cuarto creciente( bueno no Usted, no se
vaya a animar, deje tal menester al semental) de tal suerte que la
descendencia saldrá mas fuerte y crecida que los concebidos en menguante. También dice que es mejor
poner a incubar los huevos a una gallina en Creciente. La castración debe hacerse en Menguante, para que la herida sangre menos y el trasquilado en Luna
Nueva para que crezca más. En cambio la matanza no ser hará en menguante para evitar que esté más dura
y pierda peso.
Más evidente
es la influencia de la Luna sobre el Clima. Su
poder de atracción y la estabilidad que le da a las oscilaciones del eje gravitatorio (La
inclinación del mismo de 23,5 º es la causa de las estaciones) de la tierra dan
estabilidad a nuestro clima.