lunes, 14 de abril de 2014

¿Estamos preparados para asumir todo lo que se nos avecina?¿Somos conscientes de un cambio radical en nuestra sociedad y forma de vida? ¿Nos hemos percatado de que la crisis ha sido un complot de los poderosos para sumirnos en  la desesperación y aceptar sin quejas lo que nos ofrezcan?
Debemos hacernos estas preguntas en este momento,  ya que es posible que el sistema económico que hemos conocido y del que hemos sido partícipe hasta ahora, cambie sustancialmente.

Todos los datos, muestran que las políticas de austeridad, que promueven recortes del gasto público (incluyendo el gasto público social) y la reducción de los salarios –la llamada devaluación doméstica- han sido un fracaso, y han creado un enorme daño a la mayoría de las clases populares. La pregunta que debemos hacernos es ¿por qué, entonces, si la evidencia de su fracaso es tan evidente, continúan imponiéndose a las poblaciones de los países de la Eurozona? Una respuesta podría ser que los diseñadores de tales políticas son gente incompetente. Es cierto que hay gran número de expertos que asesoran a las autoridades que toman las decisiones conducentes a la aplicación de aquellas políticas de austeridad que son claramente incompetentes. Las predicciones de recuperación de las economías de la Eurozona son un ejemplo de ello. Mark Weisbrot, del Center for Economic and Policy Research (CEPR), ha documentado el cálculo erróneo de tales predicciones por parte del FMI, del BCE y de la Comisión Europea, alcanzando, en el caso de Grecia, predicciones irrisorias, que harían reír si no fuera por las trágicas consecuencias que conlleva su aplicación (los suicidios en Grecia crecieron un 40% en un año, según The Lancet).

Ahora bien, el problema es mucho mayor que la incompetencia. Es un problema de fe en un dogma, el dogma neoliberal, que imbuye tales instituciones y que se reproduce debido a que sirve intereses muy específicos, intereses de clase (sí, de clase social), tanto financiera como empresarial, que han diseñado un sistema de gobernanza de la Eurozona que lleva inevitablemente a estos resultados, resultados que coinciden con sus objetivos, que no son otros que cambiar Europa, convirtiendo la Europa social en la Europa liberal. Y para conseguirlo y vencer las resistencias populares, han creado una gran recesión, imponiendo tales políticas (imponiendo porque no hay ningún gobierno que las aplique que tuviera tales políticas en su programa electoral) con el argumento de que no hay alternativas. En realidad, tal objetivo aparece claramente en las declaraciones del Sr. Draghi al Wall Street Journal (24.02.12), donde afirma que la Europa social está desapareciendo, refiriéndose a España como un ejemplo de ello. Indica en su entrevista que en España, con una tasa de desempleo juvenil superior al 50%, ya no existe protección social universal (el gobierno PP ha anulado la universalidad del sistema nacional de salud, de manera que las personas de más de 26 años no tienen garantizada la cobertura sanitaria a no ser que hayan cotizado a la Seguridad Social). Esto es lo que intentan, y lo están consiguiendo. Es lo que Noam Chomsky ha llamado la guerra de clases unidireccional.

Pero dejándonos de términos tecnicistas, podríamos ir más allá y decir que quizás estos acontecimientos históricos fueron diseñados en un despacho en el año 2.000, donde las grandes fortunas y fuerzas de poder se pusieron de acuerdo, de tal forma, que el mundo, que tiene a su población con la cuerda en el cuello, agonizando con súplicas a una solución. No hace falta ser muy inteligentes para darse cuenta, es más, cualquiera que haya leído la Biblia, puede encontrar claramente fragmentos donde se evidencian tales hechos.
El fracaso del sistema con su consiguiente colapso está próximo a hacerse notorio, porque así se creará un nuevo sistema, donde la Democracia sea ya historia, pero que hará ver con sus resultados que es mejor que el actual y la gente lo aceptará. Lo que todo el mundo quiere ahora es crecer en prosperidad y salir del paro, los problemas económicos en los que está sumida esta sociedad y poder vivir todos con trabajo. Esto se va a solucionar, pero habrá que ir aceptando una serie de condiciones que nos van a imponer, entre ellas, colocarse un microchip que ya se está realizando en algunos países, entre ellos Europa. Será el sustituto del carnet de identidad. Con ello no necesitaremos tarjetas de créditos, ni documentos. Pero lo que nos hacen ver como algo novedoso, bueno y conveniente, no será más que el comienzo a nuestra esclavitud. Será un localizador de personas, muy bueno para localizar delincuentes sí. Pero ¿qué ocurrirá cuando quieran imponerte una serie de leyes contra tus principios y te niegues? No podrás huir, porque con el microchip no hay escapatoria.
Esto nos hace reflexionar profundamente en que debemos vivir con alerta y siempre contraponiendo los puntos negativos.

Obama aprueba la implantación del microchip en EEUU como reforma sanitaria para el 2013. El microchip será obligatorio, sin el cual no se podrá tener acceso a los centros de salud. La implementación que se hace primero en los centros de salud es una excusa para muchas otras cosas como por ejemplo controlar al ser humano. Sin él no se podrá hacer nada, no se podrá comprar ni vender y hasta reemplazara al documento de identidad. Todos nuestros datos personales y movimientos quedaran guardados en el sistema. El implante será en la mano o la frente como la Biblia lo profetiza en Apocalipsis (La marca de la bestia 666). Este suceso ya es una ley!, no solo un rumor... de lo que empieza a generar el "nuevo orden mundial". Se puede leer más en el siguiente blog:: http://borregosdespertad.blogspot.com/2012/04/eeuu-obama-impone-por-ley-el-microchip.html#sthash.qzWZSQcs.dpuf

Malos tiempos se nos avecinan para la cristiandad y para todo el que tenga principios y quiera vivir en paz. El tiempo está cerca, aunque no sabemos con exactitud si será mañana, el año que viene o dentro de más tiempo. Sin embargo, es probable que seamos protagonistas.







martes, 1 de abril de 2014

Hollande nombra al español Manuel Valls nuevo primer ministro francés

El presidente de Francia, François Hollande, ha anunciado que el hasta ahora ministro del Interior, Manuel Valls, sustituirá a Jean-Marc Ayrault como primer ministro. El nombramiento al frente del Ejecutivo de Valls, nacido en España en 1962, se anunció a través de una declaración televisada del jefe del Estado, al día siguiente de una histórica derrota del gobernante Partido Socialista (PS) en las elecciones municipales de Francia. En un mensaje de siete minutos y en diferido, tras haber recibido horas antes la dimisión de Ayrault, Hollande le agradeció la "valentía y abnegación" con la que ha conseguido "restablecer una situación muy degradada" y dijo haber entendido el mensaje de "descontento y decepción" enviado por los electores. "No (hay) suficiente cambio, no (hay) suficiente empleo, todavía (hay) demasiado paro, todavía (hay) demasiados impuestos, y todavía (hay) demasiados interrogantes sobre la capacidad de nuestro país para salir adelante. Es el mensaje que me habéis dirigido y que recibo personalmente", analizó el presidente. Hollande ha anunciado que se abre "una nueva etapa" con un gobierno "de combate" y más reducido (en el actual hay 38 ministros y ministros delegados) que dirigirá Valls con tres objetivos: devolver a Francia su fuerza económica, concentrarse en la justicia social y aumentar el poder adquisitivo de los franceses. "Son las empresas las que crean empleo. La primera de las injusticias es el desempleo. Es decisivo para el futuro de nuestro país producir más, en Francia, y de forma diferente", añadió Hollande, que prometió una "disminución de impuestos" y de las cotizaciones que pagan los trabajadores "de aquí a 2017". El presidente de Francia, que en 2012 derrotó al conservador Nicolas Sarkozy, ha subrayado que "la recuperación del país es indispensable" y pasa por renovar el "aparato productivo", sanear las "cuentas públicas" y reconquistar la "influencia en Europa y en el mundo". "Fiel a los compromisos antes de las elecciones, no olvido a quienes confiaron en mí y me eligieron", ha dicho Hollande, después de que su partido se viera netamente superado por el centroderecha en los comicios municipales, lo que supone una derrota histórica para el Partido Socialista. Hollande ha añadido que conoce que la "situación era grave" y ha asumido "la total responsabilidad", al tiempo que ha preconizado una "mayor constancia en el rumbo" sin descartar "hacer las inflexiones necesarias, porque el único objetivo es el éxito de la República". "Y lo conseguiré con este nuevo gobierno", ha concluido Hollande, que no ha avanzado sin embargo el nombre de ninguno de los ministros que saldrán del Ejecutivo ni quienes serán sus sustitutos. El ala más a la derecha del PS Valls, de 51 años, es uno de los políticos más populares de Francia (53%). Sin embargo, el titular de Interior, situado políticamente en el ala más a la derecha del PS, no agrada a Los Verdes, que participan en la coalición de Gobierno y no descartan salir de ella en caso de que Valls asuma el control del Ejecutivo, según hizo saber la semana pasada la ecologista y ministra de Vivienda, Cécile Duflot. Los comicios municipales, celebrados a dos vueltas ayer y el anterior domingo, estuvieron marcados por una abstención récord de cerca del 36,3%. Arrojaron un balance muy negativo para la izquierda, pero muy favorable para el centro-derecha, que recuperó el terreno perdido en 2008, y un buen resultado para el ultraderechista Frente Nacional (FN). El centroderecha, según datos del Ministerio del Interior todavía provisionales, consiguió el 45,1% de los votos, la izquierda el 40,5%, la extrema derecha el 6,85% y la extrema izquierda el 0,06%.