domingo, 1 de marzo de 2009

ALIMENTOS QUE CURAN

ALIMENTOS QUE CURAN

El tan conocido lema de “Eres lo que comes”, ignorado por la mayoría de nosotros y considerado como extravagante, encierra una de las mayores verdades de la historia. En esta sociedad moderna, con un bagaje extraordinario de variedad alimentaria, donde uno puede ser más o menos afortunado, según el territorio donde le haya correspondido nacer, o vivir, tiene por un lado, una parte favorable, ya que los avances teconológicos y sociales, son siempre para mejor; pero por otra, también tiene su parte polémica, ante la invasión de platos “precocinados” y utilización de aditivos, muchas veces desconocidos por nosotros mismos.
Muchas molestias físicas, psíquicas, o incluso enfermedades son ocasionadas por un abuso u omisión de algunos alimentos. Saber la causa de algunas enfermedades, así como el poner manos a la obra en prevenirlas, es algo que está en nuestras manos, si estamos dispuestos a ello. Una persona que acaba de ser diagnosticada como diabético, puede tener su origen en una causa genética o hereditaria, en muchos casos. En otros, es debido a un abuso de azúcares a lo largo de su vida. Una vez que tiene el problema, está sentenciado a una dieta pobre en azúcares y frituras y deberá moderar las cantidades ingeridas en cada comida. Nunca deberá rebasarse, incluso en el caso de eventos importantes y comidas familiares, ya que pone en peligro su salud e incluso su vida. Con la salud no se juega y debemos ser conscientes de que todo lo ingerido hoy, quizás no de sus frutos de una forma inmediata, pero sí lo hará a lo largo del tiempo.
Todos sabemos que los alimentos son transformados por el cuerpo en energía nutricia y que estos nutrientes son desdoblados en la boca y asimilados por el intestino que los envía directamente a la sangre.
Nuestra sangre tiene un PH (equilibrio) Sodio - Potasio 1-7. Este equilibrio es el que nos permite estar sanos y vivos. Los alimentos también tienen un equilibrio Sodio-Potasio. Cuando nuestra ingesta diaria sobrepasa en demasía esta relación Sodio-Potasio, el organismo se ve obligado a equilibrarse "robando" minerales de los huesos y dientes. Es así como actúa, en este caso, el proceso de Homeostasis o Homeodinamia. Para evitar que este mecanismo equilibrante sea tan extremo y que a la larga termine desgastando a las células y órganos demasiado pronto y que también comprometan las emociones y nuestra vida de relación con negatividad y sufrimiento, existen toda una gama de herramientas curativas como la Homeopatía, la Osteopatía, las Flores de Bach, la Gestalt, la Psicología Transpersonal, el Masaje, la Medicina China, el Trabajo Corporal Armónico y muchas otras.
Nuestra dieta debe ser equilibrada y tener todos los alimentos en sus debidas proporciones. Así deberemos cubrir diariamente el 35 % de hidratos de carbono, el 30 % en grasas, el 15 % en proteínas.
Nutrientes energéticos:
1. Hidratos de carbono / azùcares: (35 %)
Glucosa (azúcar de la uva)
Sacarosa (azúcar común) Simples
Lactosa (azúcar de la leche)
Fructosa (azúcar de la fruta)
Almidón / féculas Complejos
• Los azúcares simples están prohibidos para los diabéticos.

2. Grasas : (30%) Vegetales (aceites): oliva, girasol, maiz, soja
Animales: mantequilla, nata, grasa de la carne, grasa de yema huevo, grasa del
pescado, tocino....etc.)
Artificiales: margarinas
• La grasa de pescado es más aconsejable, ya que disminuye la tasa de colesterol)
3. Proteínas (15 %):
Animales : leche y derivados, huevos, carnes, pescados y vísceras)
Vegetales : (legumbres, cereales y frutos secos)
*Hay que vigilarlas en enfermos con insuficiencia renal y hepática

Muchos de los males que nos azotan, se debe a un exceso de proteínas, en las que estarían incluídas las carnes, pescados, leche, lácteos y huevos. Si nos detenemos a pensar, probablemente sobrepasemos ese 15 %.
Si fuesemos más precavidos en no meternos por la boca, lo que tienta a nuestros ojos, probablemente muchos trastornos que alteran nuestro bienestar, estarían lejos de nuestro entorno. Aunque nada es perfecto y estamos sometidos a una herencia genética, en las que unos somos más o menos afortunados que otros.
¿Qué alimentos deberíamos incluir en nuestra dieta?
- Todo lo que contenga fibra, aunque cada persona es distinta y hay que tener en cuenta que lo que a uno le puede resultar laxante y benéfico, a otro le puede sentar mal. La cuestión es ir probando lo que a uno le sienta mejor o peor.
- Todos los alimentos son beneficiosos, teniendo en cuenta que el exceso de proteínas no lo son, por lo que habrá que moderar su consumo. Incluir todos los días frutas y verduras, Reducir los azúcares refinados, alimentos precocinados, bollería industrial y dulces.
- Se recomienda sustituir las harinas blancas por harinas integrales, lo mismo con el pan.
- Sustituir la leche entera por leche tipo Omega 3. La leche entera tiene mucha grasa, ya que la grasa de la leche es eliminada para elaborar nata y es sustituída por grasa de cerdo. Sin embargo, la leche con Omega 3, es desnatada, pero se le añade grasa de pescado azul, la cual es altamente beneficiosa,
Algunos ejemplos de alimentos beneficiosos:
El tomate: Es un depurador de la sangre y vigorizador del organismo. Ideal para combatir la neurastenia y el decaimiento nervioso. Tiene propiedades afrodisiacas y es laxante y bueno para combatir la obesidad.
El ajo. Es el mejor desinfectante y depurador del organismo. Limpia los intestinos, depura la sangre y renueva el sistema interno. Se puede utilizar para la alta tensión arterial y calmar las diarreas.
El plátano y melón. Ambos son utilizados contra la depresión. El plátano reduce el colesterol malo de la sangre. El melón es un excelente depurativo por su alto contenido en agua, eliminando las toxinas del cuerpo. Estas dos frutas por su contenido en azúcares, no es recomendable para los diabéticos.
El limón. Es el alimento número 1 en propiedades curativas. Algunos ejemplos son la cantidad de vitamina C que contiene, por lo que es preventivo contra enfermedades pulmonares y de garganta. Refuerza las defensas. Es utilizado en el caso de infecciones intestinales. Ayuda a la cicatrización de heridas. Es consumidor de microbios, ingerido en el estómago y depura tanto la sangre como cualquier parte del organismo.
Alimentos que matan
ADITIVOS. A menudo consumidos de forma inadecuada, los conservantes, colorantes, antioxidantes... han provacado numerosos casos de intoxicación colectiva. Muchos aditivos pueden ser tóxicos o peligrosos para la salud a pesar de que estén autorizados (ver en éste mismo número de Natural la "Guía de aditivos" que publicamos). Otros aditivos han sido prohibidos pero aún son utilizados de manera clandestina.
ALIMENTOS TRANSGÉNICOS. En diciembre de 1996 los productos transgénicos comenzaron a invadir los supermercados españoles y europeos. Maiz, soja, tomates y otros alimentos manipulados genéticamente pueden generar nuevas toxinas y alérgenos.
Con ellos se preparan el 60% de los productos que se venden en supermercados: cerveza, galletas, margarina, chocolates, alimentos infantiles, productos dietéticos...
BACTERIAS. La presencia de Salmonella y Campylobacter en los alimentos puede provocar enfermedades diarréicas y gastroenteritis.
HORMONAS. Las carnes tratadas con hormonas pueden provocar intoxicación leves, palpitaciones, dolor de cabeza, temblores, alteración de las funciones hepáticas.
METALES PESADOS. Muchos pescados y frutas pueden contener metales pesados. 3.000 personas resultaron afectadas y 115 fallecieron a consecuencia de la enfermedad de minamata. Comer pescado contaminado con mercurio puede provocar la muerte. El mercurio se acumula de por vida en el organismo.
PESTICIDAS Y PLAGUICIDAS. Sus residuos, presentes en frutas y verduras, afectan al cerebro, hígado y sistema reproductivo. Se acumulan en el tejido adiposo.
VC. El cloruro de polivinilo que se utiliza en la fabricación de botellas de agua mineral puede resultar cancerígeno. Un pequeño error de fabricación en el envase bastaría para provocar afecciones al pulmón, hígado y cerebro.

Crisis mundial «Cualquiera se lo pensaría dos veces para dar un crédito ahora»

El comisario advierte de que la recesión económica y el paro «van a aumentar» las tensiones sociales en toda Europa. / José Ramón Ladra


Lleva meses viajando de un lado a otro de la Unión Europea, y en ocasiones al otro lado del Atlántico, para buscar soluciones a la crisis que tiene sometida a la economía mundial, sobre todo en Occidente, desde hace año y medio. Por eso, Joaquín Almunia, comisario europeo para Asuntos Económicos y Monetarios, admite que no cree que «nadie envidie mi situación aquí», si bien advierte que tampoco ha pensado en dejarlo -ni siquiera para volver de ministro a España porque, apunta, «es muy difícil ganar las quinielas si uno no juega a ellas»- debido a que está «muy comprometido con mis responsabilidades».
-¿Es el paro el principal problema de la economía española o el más acuciante?
-El paro, sin duda, es el mayor problema social y el que más afecta a los ciudadanos, y consecuencia de una recesión económica que afecta a muchos países. España tiene otros problemas estructurales, pero éste se antoja prioritario.
-Entre esos otros problemas que apunta, ¿incluye el gran peso que ha tenido el sector inmobiliario?
-Sin duda. Ese peso ha sido excesivo y eso, unido a un endeudamiento exterior desmedido, ha pasado factura a la economía.
-¿Se perdió una buena oportunidad de afrontarlos durante la época de bonanza económica?
-En España se han hecho muchas cosas desde gobiernos de signo político distinto. Lo que sí es verdad es que no hubo una reacción a tiempo ante señales que mostraban un patrón de crecimiento desequilibrado, con baja productividad y demasiadas rigideces.
-Entonces, ¿qué es lo que hay hacer antes?
-Ante todo, poner en marcha políticas que impidan que se repitan en el siguiente período de crecimiento económico los errores y los desequilibrios que conocimos en el pasado.
-¿Cuál cree que será la alternativa al modelo de crecimiento español basado en el 'ladrillo'?
-Lo primero que espero es que haya alternativa y que no tarde mucho en aparecer. Dicho ello, yo apostaría por las energías renovables y todo lo que tenga que ver con las políticas de lucha contra el cambio climático. Hay cada vez más recursos e instrumentos para desarrollarlas y, por tanto, ya no es una cuestión meramente romántica sino algo con unas consecuencias económicas claras.
Proteccionismo
-¿Hasta qué punto el sector exterior puede ser una alternativa real de crecimiento cuando casi el 70% de nuestro mercado es precisamente una Europa en recesión?
-Es cierto que todas las grandes economías de la 'zona euro' estamos en el mismo nivel, con un crecimiento negativo del -2%, si bien las caídas más graves se están produciendo en el centro y el este de Europa. Pero así como la crisis nos está afectando a todos, saldremos de ella cooperando. El que nosotros podamos vender en el mercado europeo nos ayudará a salir de la crisis en la medida que no caigamos en la tentación de impedir a otros europeos que comercialicen sus productos aquí.
-Como ideal a seguir pocos lo discutirán pero, en la práctica, ya han surgido algunas voces discrepantes, dentro y fuera de Europa.
-Es cierto que en Estados Unidos y en algún país de la propia Unión Europea ha habido tentaciones proteccionistas, pero hay unas reglas que están muy claras y que limitan la posibilidad de dar ayudas públicas y jugar con ventaja sobre otros Estados miembros. Nosotros velaremos para que no haya barreras ni tampoco la tentación de recuperar antiguas políticas de signo nacionalista.
-¿Y no cree que jugar con declaraciones de ese tipo, como han hecho en EE UU o en Francia, es un poco jugar con fuego?
-Lo que creo es que el proteccionismo es una fórmula segura para la derrota, para que todos salgamos perdiendo. Esa fue la gran enseñanza de la crisis de los años 30, y aquellos errores tuvieron consecuencias sociales y políticas desastrosas, tanto que desembocamos en la Segunda Guerra Mundial. Obviamente, no digo que vayamos a acabar en eso, pero sí que hay que tener mucho cuidado con las decisiones que se toman.
-Habla usted de tensiones sociales y lo cierto es que estas ya han llegado por la vía del desempleo.
-Algunas de esas tensiones se han intensificado estos meses. Sería estupido negar que en un momento de recesión económica, con consecuencias negativas en el empleo, van a aumentar este tipo de conflictos. Pero también hay que decir que se han tomado medidas muy ambiciosas que, si bien aún no han propiciado unos resultados claros, sí han movilizado unos recursos ingentes.
-Pero lo cierto es que esos recursos «ingentes» no han llegado al ciudadano de a pie.
-Sólo ha pasado un plazo de tiempo corto como para pensar que el efecto esperado de esas medidas ya pueda ser percibido por todos.
Créditos
-El presidente de un banco tan importante como el Santander juzga «irresponsable» que el crédito crezca en una situación como la actual. ¿Comparte esta opinión?
-Cualquier persona que se ponga en la silla de un banquero se imagina muy bien que, en momentos de debilidad económica y de incertidumbre, si quiere preservar la solvencia y la solidez de su institución, ha de pensarselo dos veces antes de conceder un crédito. Si en estos momentos hubiera un banco que diera préstamos de forma ciega, estaría cavando su propia tumba, porque los riesgos que estaría incorporando a su balance resultarían inasumibles a corto y medio plazo.
-¿Y las medidas para refinanciar a esas entidades no han servido para mejorar esas perspectivas?
-Esas medidas que menciona han servido para recapitalizar.