jueves, 4 de febrero de 2010

CUANDO EL TREN PASA SIN PARAR

CUANDO EL TREN PASA SIN PARAR

A lo largo de la historia, han sucedido numerosas crisis donde el tiempo
ha dejado pasar las oportunidades. La gente se preparaba para afrontar la vida y poder trabajar honradamente en aquello en lo que se había especializado o en lo que estaba capacitado para poder ejercer. Pero vivieron momentos en los que aquellas oportunidades que esperaban, nunca llegaron. Tuvieron que dejar que el tiempo pasara y aquel tren que esperaban, no llegó, o pasó sin detenerse. Los talentos se perdieron en el camino y tuvieron que sumergirse en la mediocridad de sus destinos.
Ante tales expectativas, uno se plantea, no sólo cruzar la vía del tren que no para, sino cruzar el océano. Es razonable que la gente quiera desarrollar sus cualidades y mejorar su vida. Pero ¿Por qué no podemos cambiar este sistema social?. Estamos rodeados de incompetentes enchufados, que tuvieron la suerte de que aquel tren se detuviera, pero lo hizo ante la persona equivocada. Tal es el resultado de la sociedad en la que vivimos, llena de personalidades sin escrúpulos que han llegado a lo más alto, a puro de talonario y de realización de favores. No importa la manera y el cómo, sólo importa el resultado. Y la injusticia reina en su más pleno esplendor.
A escala global el capitalismo ha vivido períodos de expansión extensos quebrados por profundas crisis: el análisis de estos períodos de crecimiento y los cambios que produjeron las crisis permitirán una mejor comprensión de los fenómenos antes descriptos. Si bien la descripción que sigue es válida para los países hoy desarrollados, la globalización del capitalismo hace que estas etapas sean similares para el resto de los países.
El crecimiento se detiene al comenzar el nuevo milenio: es pronto aún para realizar la evaluación de este último período y saber en que momento y como continuará el ciclo, pero son perceptibles los cambios en las estrategias de la clase capitalista de los países dominantes, en especial Estados Unidos.
Queda claro que la expansión genera los elementos que llevarán a la crisis y la crisis realiza los cambios que permiten la expansión. Doscientos años de capitalismo muestran que el resultado total ha sido de un fuerte crecimiento económico aún cuando cada nueva crisis haya sido más profunda y grave que la anterior. Y el hilo conductor que nos permite explicar las fases y su alternancia es la tasa de ganancia, la rentabilidad de los empresarios: su existencia asegura la reproducción ampliada de la producción, su caída genera la depresión de la economía y lleva a cambios en el sistema, forzados por las crisis, para retomar la rentabilidad perdida.
¡Cuántos talentos han sido llevados a la mediocridad!¡Cuántos años de esfuerzo para nada!. Psicólogos trabajando de limpiadores y técnicos pidiendo limosna en las calles…cuántas veces el tren sólo se detuvo para aquellos que por ser hijos de….tuvieron su oportunidad, para cerrar las puertas a quienes merecían más que ellos estar sentados en el trono de la gratitud. El resultado es evidente, una sociedad sólo hecha para unos y relegada para otros, donde reina la incompetencia, el no saber hacer ni valorar las circunstancias, donde se da la espalda a quien más lo necesita y no se está a la altura de las circunstancias. Y todos protestamosmiramos a otro lado, nadie quiere levantarse de sus asientos para que las cosas cambien. Pero nos encanta criticar el sistema, sistema que nosotros estamos alimentando.

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