jueves, 19 de agosto de 2010

EN EL NOMBRE DE DIOS


EN EL NOMBRE DE DIOS

Las religiones, son unas serie de normas que regulan la vida del creyente y de creencias en un ser o varios seres superiores con capacidades especiales, sabiduría absoluta, inmortalidad, etc. Son muy variadas y han surgido desde momentos muy lejanos de la historia, cada una refleja algunas características de su época, como el hinduismo que es una de las más antiguas de una época de la que no se conocía mucho y por lo tanto pretende cubrirlas.

Se atreven a utilizar y recurrir a las fuerzas divinas para ejecutar acciones que distan de lo que cualquier persona sensata pudiera hacer.
Durante siglos, las Religiones han tergiversado el sentido de la vida y de la ética para maniobrar y moldear a su imagen y semejanza. Muchas veces conducen los mensajes “divinos” a su propio terreno. ¿Quién puede imaginar que ningún dios desee la muerte de alguien como castigo de sus errores? ¿No va acaso contra la ley?. ¿Cómo se pueden justificar los sacrificios animales o humanos para entregarlos a Dios?. La intolerancia hacia personas de otras partes del mundo, donde practican otras religiones, distintas a las practicadas por uno mismo, hace que en el radicalismo más extremo se crean en pleno derecho de decidir sobre el destino de los demás, es por eso por lo que muchas religiones se han alejado de todos aquellos principios que pretendían defender.

La Inquisición fue una institución creada en 1.184 para la supresión de la herejía, es decir Tribunal eclesiástico establecido para inquirir y castigar los delitos contra la fe.
En la Edad Media, la herejía era castigada con la pena de muerte.
Aunque la Inquisición fue creada para evitar los avances de la herejía, se ocupó también de una amplia variedad de delitos que sólo indirectamente pueden relacionarse con la heterodoxia religiosa. Sobre el total de 49.092 procesados en el período de 1560 a 1700 de los que hay registro en los archivos de la Suprema fueron juzgados los siguientes delitos: judaizantes (5.007); moriscos (11.311); luteranos (3.499); alumbrados (149); supersticiones (3.750); proposiciones heréticas (14.319); bigamia (2.790); solicitaciones (1.241); ofensas al Santo Oficio (3.954); varios (2.575).
Estos datos demuestran que no sólo fueron perseguidos por la Inquisición los cristianos nuevos (judeoconversos y moriscos) y los protestantes, sino que muchos cristianos viejos sufrieron su actividad por diferentes motivos
El Corán fue escrito en un período de 22 años. En los primeros años, cuando los seguidores de Mahoma eran pocos y aún débiles en el ámbito militar, él escribió los 114 versos que hablan de vivir en paz con los demás. Pero más tarde, cuando ya era militarmente más fuerte y contaba con más seguidores, Mahoma escribió (o dictó, ya que de acuerdo con la Enciclopedia Encarta, Mahoma nunca supo escribir) versos que declaran que todos los infieles deben ser aniguilados o sometidos y humillados.
En otras palabras, aunque se inicia con los versos de paz, si se interpreta el Corán conforme al estilo nasikh, los últimos versos invalidan o anulan completamente los más antiguos, los que sí son pacíficos. Esta orden que alienta la violencia invalida los 114 versos anteriores que instan a la paz. esto es lo que proporciona el combustible que justifica el jihad en las mentes musulmanas.
Todos los musulmanes tienen los mismos principios: el Corán, el ejemplo de Mahoma y la historia del Islam. Los musulmanes que hacen la guerra quieren cumplir la voluntad de Alá y ejecutar una obra meritoria. La doctrina islámica los respalda e incita a actuar de esa manera.
Los cristianos son infieles: “Infiel es el que dice: Dios es el Mesías [Cristo], hijo de María” (Corán, V, 76). “Los cristianos dicen: el Mesías es hijo de Dios. Tales son las palabras de sus bocas; al decirlas se semejan a los infieles de otro tiempo. ¡Que Dios les haga la guerra!” (Corán, IX, 30).
Es decir, si el asesinato es plenamente condenado a nivel mundial, como al mayor atentado hacia la existencia de la persona, en muchos casos, es justificable para combatir todo aquello que no cumple con las normas impuestas al antojo de muchos.
Si las personas que realmente fundaron muchas de estas religiones, se percatasen de todo el desastre moral que se ha realizado en su nombre, quizás hubiesen buscado otra manera u otras personas para transmitir sus mensajes.
Aunque nada es justificable, podemos hacer una comparación del pensamiento del hombre medieval, por ejemplo, al hombre actual. La evolución ha sido cuantiosa por lo que algo que en el pasado servía, hoy en día no es así. Tal es el caso de la Inquisición, condenada a posteriori por todos, pero como vemos, hay otras religiones que persisten en ese pensamiento medieval, llevando al desastre todo el conocimiento y dignidad humana.
Dios no es un ser castigador, sediento de justicia. Clama la justicia pero con la bondad, con el conocimiento y la defensa del bien. Nunca jamás buscaría atentar contra la integridad y la vida de la persona. El dios que muchos creen, que todavía ni siquieran saben qué o cómo es, es algo abstracto y manipulado a lo largo de los años. Si hemos sido hechos a su imagen y semejanza, es seguro que una parte de Dios esté en todos nosotros. Cuando termina nuestro camino en la Tierra, volvemos hacia El como quien vuelve a casa después de un largo viaje. Debemos intentar buscar el camino de la Verdad y el conocimiento, pero nunca se debe imponer a la fuerza que alguien crea o tenga fé. Somos libres.

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