jueves, 4 de noviembre de 2010

LOS INCOMPRENDIDOS


La adolescencia es un estado pasajero de desarrollo mental y físico,que acontece generalmente entre la pubertad y la edad adulta. Un adulto joven es generalmente una persona comprendida entre los 20 y 40 años, así que un adolescente es una persona comprendida entre los 13 y 19 años.Este período de los 13 a los 21 años es la búsqueda de la identidad y define al individuo para toda su vida adulta, y queda plenamente consolidada la personalidad a partir de los 21 años.[2] Ya que el término de la adolescencia depende de la madurez psicológica, la edad exacta en que termina no es homogénea y dependerá de cada individuo.

La adolescencia es un fenómeno biológico, cultural y social y, por lo tanto, sus límites no se asocian a las características puramente físicas. Puede variar mucho en edad y en duración en cada individuo pues está relacionada no solamente con la maduración de la psiquis del individuo, sino que depende de factores psicosociales más amplios y complejos, originados principalmente en el seno familiar.
En la medida que aumenta la edad, se incrementa la mortalidad. La prevención primordial y la promoción de factores generales y específicos de protección evitan y controlan los daños y trastornos en la salud del adolescente. Algunos de estos factores de protección incluyen la educación, nutrición, inmunizaciones, ejercicio físico, tiempo libre justo, promoción familiar y desarrollo espiritual, oportunidades de trabajo y legislaciones favorables para el niño y el adolescente. En los servicios de salud se debe hacer promoción en la prevención de cáncer pulmonar, embarazo precoz, enfermedades de transmisión sexual y accidentes.
La llegada a la adolescencia se ha celebrado siempre con distintos rituales y ritos de paso, como pueden ser, por ejemplo, las distintas fiestas que, organizadas por los quintos, se realizan en España e Hispanoamérica. También por ejemplo, la celebración de Japón de esto se llama seijin shiki (la "venida de la edad").
La tradición judía considera que los varones son miembros de la comunidad adulta a la edad de 13 años y de las chicas a la edad de 12, y esta transición se celebra mediante un ritual, llamado "Bat Mitzvah" para las mujeres, y el "Bar Mitzvah" para el varón.
Es una etapa especial, donde los sueños se suceden, así como las ilusiones, pero también se sienten incomprendidos. Ven el mundo desde una perspectiva distinta al adulto y sienten. Son fáciles de ser susceptibles a lo que otros, dentro de su grupo, hacen o piensan. Si no se es como ellos dicen, eres raro, por lo que se dejan arrastrar por los usos y las modas del momento. Quieren ser especiales, queridos y reconocidos en una sociedad que es cada vez más anónima. Son críticos con ellos mismos y no toleran que nadie les reproche sobre sus propios gustos y pensamientos. La confusión es el aspecto dominante, han roto con el mundo infantil y deben adaptarse a los cambios que se producen tanto en su cuerpo como en su mente.
El papel que los adultos juegan es muy importante, ya que hay que hacerlos sentir acogidos, aunque no se sientan muy comprendidos, tampoco deben sentirse rechazados.Muchas veces,la búsqueda de independencia entra en conflicto con las normas que los padres les imponen; y ellos se rebelan. Es importante que los padres sepan mantener la calma, aprendan a no ponerse a la altura de los adolescentes en las discusiones y tengan claro que no van a perder a su hijo si son capaces de superar esta etapa con serenidad, aceptando los cambios que sus hijos van sufriendo.
Crecen en un mundo que a veces da miedo. Algunos contemplan a sus padres separarse o divorciarse sin poder hacer nada para impedirlo. Otros observan a sus compañeros de escuela caer en las redes de las drogas y la delincuencia. Muchos se ven presionados por jóvenes de ambos sexos para que participen en relaciones inmorales. Y casi todos los adolescentes pasan de vez en cuando por etapas en las que se sienten incomprendidos, solos y deprimidos.Necesitan un centro moral firme al que anclarse, una clase de normas que les ayuden a escoger los amigos adecuados, a tomar las decisiones acertadas y a ser capaces de ponerse en la situación de los demás”.¿Significa esto que para ser buenos padres basta con ser estrictos? De ninguna manera. Ser un buen padre o una buena madre abarca más que establecer límites. Si las reglas son extremadamente rígidas, no habrá buen ambiente en el hogar.Por consiguiente, los padres tienen que repasar de vez en cuando su forma de instruir y disciplinar, especialmente a medida que los hijos crecen y empiezan a demostrar cierto grado de madurez. Quizás podrían suavizarse o ajustarse ciertas reglas o restricciones conforme el joven vaya haciéndose más responsable,

No hay comentarios: