jueves, 1 de noviembre de 2012

POR FEA

Un tribunal ha condenado a una mujer china a indemnizar con 93.000 euros a su marido por tener una hija "fea". Además, el magistrado ha concedido al hombre el derecho al divorcio. Todo comenzó a principios de año, cuando Jian Feng, un ciudadano chino del norte del país, decidió recurrir a la justicia para esclarecer por qué su niña no se parecía a ninguno de los dos. Durante el juicio, la esposa confesó que se parecía a ella, porque antes de conocer a su marido se había sometido a diversas operaciones de cirugía estética por un valor de 100.000 euros. El hombre no dudó en describir a su hija como "muy fea" y pidió que se investigara si era realmente suya. Empezó a acusar a su esposa de adulterio y engaño, y se aferró a este dato hasta que a la postre admitió que su reticencia podría tener algo que ver con la apariencia del bebé. Jian Feng aseguró que se había casado con ella por amor, aunque cuando nació su primera hija "se asustó" por la fealdad de la criatura.

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