jueves, 2 de julio de 2009

¿Cómo sobrevivir al consumismo?


Consumismo es una palabra o término utilizado para describir los efectos producidos para igualar el estado de alcanzar la felicidad, de una forma material. Según este concepto, parecería alcanzarse la felicidad al comprarse bienes materiales o servicios. Cuanto más consumo se hace de los mismos, más feliz se es.
El consumismo inicia su desarrollo y crecimiento a lo largo del Siglo XX como consecuencia directa del capitalismo y de la mercadotecnia asociada; ésta última tiene como uno de sus objetivos crear nuevas necesidades en el consumidor de modo de aumentar las ventas de los productos. El consumismo se ha desarrollado principalmente en el mundo occidental haciendo popular el término antropológico social sociedad de consumo, que se refiere al consumo masivo de productos y servicios por una sociedad determinada.
Hay muchos factores que determinan esta actitud, estarían los:
factores culturales, según el ámbito en el que se desenvuelve en individuo. También influyen
Socioeconómicos, determinados por el estatus económico.
Afectivos, marcando el rechazo o aceptación social de un individuo con respecto a los demás, según lo que se tiene, no lo que se es.
Necesidad, la necesidad de tener algo para la vida cotidiana
Masificación, o estandarización de un producto. A medida que lo va teniendo todo el mundo, uno también lo tiene.

Los factores culturales, afectivos y de masificación serían los más influyentes a la hora de consumir.
Pero realmente ¿necesitamos todo cuanto queremos?. En la antigüedad se viviía con muchos menos bienes y servicios que en la actualidad, si bien, ha habido una mejora en cuanto a servicios y satisfacción de necesidades, las cuales, hacen que la vida sea más atractiva, más fácil y más llevadera, también se está creando un abuso en cuanto a ello. No nos basta con cubrir nuestras necesidades básicas, queremos cada vez más.
Los seres humanos, nos vamos volviendo cada vez más consumistas, de una forma inconsciente, olvidando otros ámbitos de la vida, que sin darnos cuenta, nos aportan una felicidad plena. La publicidad, la presión social, la mala calidad de algunos productos, los cuales, duran poco y hay que reemplazarlos por otros nuevos al poco tiempo, los productos desechables y tantos otros factores, hacen que haya una predisposición al consumo.
La influencia de nuestra propia naturaleza, quizás, egoísta, la cual nos hace querer ser más que el otro; valorarse por lo que uno tiene, no por lo que se es, nos hace ser consumidores de productos de forma masiva. Pensamos que teniendo, ganamos poder. El vivir para tener, no tener para vivir sería la idea de nuestro modelo de vida. Tendríamos que tomar tal vez ejemplo de las sociedades orientales, cuyo objetivo de vida es otro.
Muchos relacionan esta necesidad de comprar a la falta de identidad de la sociedad actual, al tener la vida más fácil, se pierde el propósito de la sociedad por la supervivencia y por los principios reales de la vida.. Está más que demostrado que la felicidad no tiene precio y no se puede comprar. El mundo está lleno de personas enfermas de depresión, alcoholismo, drogodependencia y soledad. Se están olvidando factores humanos que son innatos en nosotros y no están en lo material. El hombre no es sólo un ser biológico material que piensa, es algo más. Una de las causas primarias del consumismo es la baja autoestima. Puede sonar un poco excesivo, pero es así. Uno intenta llenar sus vacíos, comprando bienes y servicios, que aunque le traen una felicidad inmediata, no es duradera. A los pocos días, continuará comprando más cosas para seguir llenando ese vacío o baja autoestima. A medida que la autoestima aumenta, el consumismo disminuye. Ya no necesitamos cubrir ese vacío comprando, porque hallamos la felicidad por otros medios, como por ejemplo, las amistades, el amor, el trabajo que nos satisface, etc.
Con esto no se quiere decir que el consumo sea tan malo. Hay que establecer un equilibrio, a veces, difícil de armonizar. Todo aquel que se cree mejor que los demás, por tener mejor coche, mejor casa o lo último en tecnología, se está comportando como un ser primitivo que puede poseer algún tipo de carencia emocional. Nadie es mejor por lo que tiene, se es mejor por lo que uno es y cómo se comporta ante los demás.

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