miércoles, 2 de mayo de 2012

Morales expropia la filial de Red Eléctrica Española en Bolivia

La debilidad de España en Latinoamérica -donde es con diferencia el primer inversor internacional adquiere tintes preocupantes. Ayer, dos semanas después de que Cristina Fernández de Kirchner expropiara YPF a Repsol, el presidente boliviano, Evo Morales, siguió su estela y ordenó la nacionalización de la Transportadora de Electricidad (TDE), la filial en país suramericano de Red Eléctrica de España (REE). Un ataque en toda regla a España y al Gobierno de Mariano Rajoy, puesto que el Estado es propietario del 20% de REE. El Ejecutivo, al que la noticia cogió completamente fuera de juego, reconoció su «sorpresa», y se afanó en intentar marcar distancias entre sendos golpes diplomático empresariales. «No hay que establecer apriorismos ni paralelismos; es muy diferente de lo sucedido con YPF, es algo infinitamente menor», acertaron a señalar fuentes oficiales de La Moncloa, mientras insistían en asegurar que el contacto con las autoridades bolivianas era «permanente» y que se estaba «recabando información jurídica y diplomática» sobre el asunto. Red Eléctrica de España reconoció también que no esperaba semejante golpe. Una intervención, señaló la empresa, que «va en contra de las reglas de libre mercado y ataca la seguridad jurídica» en Bolivia. Consciente de que la expropiación es un hecho, REE espera alcanzar un acuerdo con el Gobierno para «resarcir con un justiprecio adecuado a sus accionistas» que, en un 70%, son grandes fondos de inversión extranjeros. Algo que parece factible, a tenor de las palabras de Morales, quien dijo que será «responsable» con REE. «Si lo que corresponde es devolver, hay que devolver», garantizó. Es cierto que TDE apenas supone un 1,5% de la facturación de Red Eléctrica, pero el castigo a la imagen española es más que notable. Y es que la maniobra de Morales llega en un momento pésimo para la economía nacional, inmersa en la segunda recesión en lo que va de crisis y muy cuestionada en los mercados internacionales. Por si fuera poco, la Casa Real, que en no pocas ocasiones ha sido valedora y defensora de los intereses de las empresas españolas en América Latina, atraviesa una época muy complicada. El presidente boliviano volvió a aprovechar su discurso de conmemoración del Primero de Mayo para anunciar la expropiación, mediante un Decreto Supremo, en lo que calificó como «un justo homenaje a los trabajadores y al pueblo boliviano, que ha luchado por la recuperación de los recursos naturales y los servicios básicos». Escenografía 'a la argentina' Idéntica escenografía populista a la manejada por la presidenta argentina, e idéntico argumentario. «Esa empresa internacional española apenas ha invertido 81 millones de dólares en 16 años», señaló Morales, quien tras la maniobra de Kirchner insistió en subrayar las buenas relaciones entre España y Bolivia, enviando un mensaje de tranquilidad a las empresas españolas allí afincadas. De hecho, ayer mismo el presidente de Repsol, Antoni Brufau, tenía previsto inaugurar junto Morales la ampliación de una planta gasificadora que, paradojas de la vida, envía su producto a Argentina. La argucia logró engañar al gabinete de Rajoy, que, aún después de conocerse la nacionalización, seguía recordando el discurso amistoso del líder boliviano. Pero Morales no dejó lugar a la duda, y ordenó al Ejército ocupar las instalaciones de TDE y hacerse cargo de su administración. Un asalto, jaleado por partidarios de Morales desde las inmediaciones de la sede de la firma en Cochabamba, que fue retransmitido por las televisiones del país. «Para aclaración ante la opinión pública nacional e internacional, esta empresa era antes nuestra y lo que antes era nuestro ahora lo estamos nacionalizando», dijo el presidente. Este nuevo agravio a España se materializará mediante la expropiación del 99,94% que REE controla en TDE para, después, entregar esas acciones a la estatal Empresa Nacional de Electricidad. El 0,6% restante del capital es de los trabajadores. Algunas voces atribuyen el gesto de Morales a un intento desesperado del presidente boliviano de restaurar su apoyo social, puesto que aspira a un tercer mandato en 2014. El país suramericano vive intensas protestas, incluso entre la población indígena.

No hay comentarios: